Después
de escuchar a A hablar, B se da cuenta de que la linda chica que está sentada
ocho asientos a su izquierda comparte su nacionalidad; más aún, nació y se creó
en la misma ciudad, en la misma clase social, con las mismas costumbres y las
mismas comodidades.
Ellos
no van a hablar entre sí nunca en su vida, ella es demasiado tímida y retraída
–le divierte la palabra “antropofobia”, pues se identifica con ella en lo
profundo de sus negaciones- y él sencillamente es el clásico chico machista,
alzado y déspota… al menos eso parece.
B
no puede ser tan malo, al menos es divertido y posee la admirable capacidad de
reírse de sí mismo a toda honra. Está en medio de su segunda llamada
internacional –bastante cara- contándole por segunda vez a algún amigo la
historia de cómo llegó a la línea de aduana, tuvo que quitarse los zapatos y
descubrió un enorme y vergonzoso hueco en su calcetín, mismo que tuvo que
ocultar de la atractiva oficial de migración.
Textea
con tal velocidad y fuerza que A, quien está sentada ocho asientos a su
izquierda, puede oírlo claramente. Es obvio que A está interesada en él y desea
que tome el valor aunque sea para gritarle: “oye, choca, que onda?” , como se
lo va imaginando tantas veces. Y no es que B sea mínimamente atractivo –es
alto, sufre de acné y su rostro no le debe nada a la belleza- pero el
narcisismo de A alcanza niveles que ni siquiera ella misma puede comprender.
Pero sabe que esto es una cuestión de narcisismo del bueno, del de mera sepa.
A
sabe poco de B, pero con dos llamadas le bastaron para saber que estuvo en
Miami tres días, vino con su madre y tiene un hueco en el calcetín. La pregunta
es, ¿dónde está su madre y por qué B está sentado solo, a la derecha de A?
A
no puede mirarlo de ninguna manera, ni siquiera al sacar el sneaker que hay
dentro de una bolsa a la derecha de ella (siempre la belleza criolla, preciosa
frase! Pa eso ella es fatiguilla! Claman unas viejas cruceñas detrás de mí …
creo que es Marta…) pero no se anima a levantar la vista lo suficiente para
verlo con claridad. B, en cambio, sí puede verla, está en una posición
estratégica en la que puede observar sin ser observado, y mejor aun, sin la
culpa de observar.
La
sección cercana a la salida 23 está cada vez un poco más llena, los pasajeros
con destino a Santa Cruz van cayendo al pre embarque con fluidez. Un sujeto
sentado en diagonal a A la observa fijamente, sin disimulación; se puede notar
que el sujeto no es ni camba ni gringo, pero se podría decir que es latino.
Unas
señoras muy cruceñas, sentadas tres asientos atrás de A, hablan con una jerga
tan, pero tan autóctona, que causa ternura y añoranza en A, no puede esperar ni
un segundo más por estar de vuelta en su casa, en su tierra.
Ahora
mismo, A mirará hacia la derecha, donde hay una ventana, y descubrirá qué hay
afuera sin reparar en B. Lo logró. Sólo sabe, gracias a su borrosa vista
periférica, que B viste una polera turquesa y una gorra blanca hacia atrás.
B
inicia su tercera llamada internacional bastante cara. Viene solo? La nueva
llamada me da a entender que sí… dice que pasó tranquilo… pregunta a alguien
que si estaba ensayando con la banda, es amigo de alguien que tiene una banda?
Esto cambia mucho las cosas…
Pobre
sujeto, debe sentirse cómodo pensando que nadie repara en su conversación,
nadie la escucha o a nadie le importa, no se le pasa por la mente que la
muchacha con la laptop a su izquierda en realidad está registrando el contenido
de todas sus llamadas. El sujeto a quien llamó era su primo.
No
se si será coincidencia o si Aerosur compró todo el pre embarque, pero el dicto
de el aire acondicionado es del tono exacto de verde de aerosur, al igual que
los números y los detalles de las paredes son del color de su violeta exacto.
B
sigue texteando y A sigue registrando todo lo que encuentra a su alrededor,
como que alguien acaba de iniciar sesión en su Windows 7.
Hay
una gringa con dos niños pequeños de más o menos 3 y 4 años, un niño y una
niña. Los niños están tranquilos coloreando, jugando con un DS, sentados con
propiedad. La mamá está cómodamente recostada en el suelo, bostezando muy
pancha, rascándose la pierna, encontrándome mirándola… en fin, la señora está
lista para una siesta mientras sus hijos están en perfecto orden y buen
comportamiento. Cómo son posibles estas anomalías de la vida?
La
botella de sprite de A está por la mitad cuando se da cuenta de que, a pesar de
que B no ha notado su existencia, un gringo rubio y alto la mira de forma
hipnotizada, parado allá, a lo lejos. Segundo sujeto que mira a A, por qué la
están mirando? Como es narcisista, piensa que porque es muy bonita.
B
acaba de iniciar su cuarta llamada internacional, por qué llama tanto? Ahora A
sabe que B hizo su maleta a las 9:30 de la mañana. Este muchacho es
increíblemente abierto. Quién será Claudia y quien va a conocerla? Está
haciendo demasiadas preguntas y brindando muy poca información. Al mismo
tiempo, A odia reparar en que su esmalte de uñas de un dólar ya se destrozó en
poco más de 24 horas. Está ansioso por llegar, por qué tan ansioso si sólo vino
por tres días? Quizás solo es el tedio de el aeropuerto. No importa que sea el
final de un viaje bellísimo, todos odiamos el aeropuerto y sus eternas esperas.
Está
hablando con otro sujeto sobre ver si alguna muchacha está buena para decidir
si hacer algo con ella o no. Parece que ya está haciendo planes para su
llegada, al igual que A ya los hizo para la suya… creo que A entendió mal, este
muchacho lleva aquí mucho tiempo.
Martes
llega acá? Ahora A entiende todo, el muchacho vive en Estados Unidos y sólo
está yendo por un par de días a Santa Cruz, por eso hace tantas llamadas, por
eso está tan ansioso por llegar.
A
acaba de darse cuenta de que es una intrusa, una fisgona…
Son
las diez de la noche, la espera todavía será de una hora.
La
gringa se pelea con sus hijos como si tanto ella como ellos tuvieran trece. La
niña insiste en ir al baño, se nota que lo hace sólo por joder. La madre le
pregunta a su hija por qué tiene que ser tan insoportable. Pubertas!
Quinta
llamada internacional de B, esta vez llamó a su madre para decirle que está
haciendo fila? Claro, sus llamadas pues estarán haciendo fila. B está
terriblemente nervioso, dice que suda alcohol a pesar de que no ha tomado nada
y que no va a dormir en toda la noche. Su hermana se llama Cecilia, le preguntó
si harían algo mañana y ella le dijo que no, que se iba a quedar en la casa.
Alguien se acaba de casar, pues hay una luna de miel entre medio, pero no
entiendo quién o cómo.
Un
señor conocido de A acaba de interrumpirla, B sigue hablando por teléfono, pero
ella perdió por completo el hilo de su conversación. De hecho, si B no
estuviera hablando por teléfono, ya conocería por completo a A, pues le contó
toda su vida al papá de una de sus mejores amigas, quien está por estos lares
porque, casualmente, es piloto.
B
bromea con sarcasmo y nos da a entender a todos los presentes que es muy
escandaloso, pero creo que ya nos dimos cuenta de eso.
El
que sí es lindo es el enano del counter. El le dio su boleto a A y la trató con
muchísima amabilidad. Es centroamericano y está parado detrás de un mostrador
justo ahora, atendiendo a los recién llegados de La Paz que hacen su entrada
por la puerta F23. Si los de La Paz acaban de llegar, significa que nuestro
avión también. Justo a tiempo, como en Estados Unidos.
La
gringa ya volvió del baño, puteando. Sus hijos se llaman Maya y Sebastian.
10:20
pm, el tiempo parece haberse congelado, el aire está un poco más frío, las
ansias me escarban en lo blando y el pre embarque se ve de pronto abarrotado.
Sí
señora, ahí está el avión ya. No han dicho que ya llegó, pero los pasajeros
recién llegados son la única señal que necesitamos.
A
no puede contener una risita causada por el encuentro de dos señores; uno de
ellos está muy sorprendido pues dice que sólo se ve con su amigo en los
aeropuertos. Y gracias a una llamada telefónica, descubro que la gringa no era
gringa, sino que era más colla que el chuño! Pero esa mujer es collísima! Con
razón esos modales tan degenerados y la cara altiplánica de Maya. Lo increíble
es su acento de gringa perfecto y el hecho de que sus niños hablen como
ingleses…
El
muchacho rubio que previamente estuvo mirando a A se sienta a su derecha, mucho
más cerca que B, interfiriendo la comunicación.
Llegó
el tiempo de embarcar!!!!
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