miércoles, 11 de marzo de 2015

La tortura no es necesaria

Quién diría que es posible. La segunda infancia de verdad existe. Y es mejor. La segunda infancia
con beneficios, libertades y responsabilidades. 
Pero el resto es igual. Sabés que tu personalidad es así, que te gusta permanecer callada y no acercarte a la gente, y por primera vez esto no te afecta.
Tenés seguridad, estabilidad y los ojos abiertos, no necesitás más. La infancia es así: ser lo que se es sin intentar ser más; ser como se es sin pensar en ser, solo ser.
La consciencia tranquila, callada en la medida de lo necesario. El pepe grillo pueril que acude solo a la hora de decidir entre blanco o negro, esto o aquello, y no está todo el tiempo martilleándote los tímpanos con el debe y el haber de tus horas malgastadas.
Los niños no conocen el estrés, ni la crisis, ni la depresión; esos son vicios de la mente que no entran en una consciencia limpia.
La tortura no es necesaria. Lo que se tenga que hacer será hecho en su debido momento.
El amor es, simple y llanamente, lo que se hace por otra persona en pro de su bienestar. Cualquier relación con el ámbito emocional solo contamina el concepto, atándolo a ilusiones y sentimientos tan ambiguos como el compás de un corazón.
Somos lo que hacemos. Nuestro amor radica en nuestras acciones.
Ser = Hacer = Ser
La tortura no es necesaria, porque como decía un viejo que de tristeza se fue al cielo, pensar tanto no es bueno. Por eso yo agarro la guitarra y empiezo a rockear!
Nunca es tarde. Nunca es pronto. Siempre es hoy. 

martes, 10 de marzo de 2015

La zona

No puedo darme a mí misma todo el amor que tengo, por eso te pido que me mirés un poquito. Con una mirada, te lanzo todo. No sabés atraparlo, pero yo lo lanzo de todas formas.
Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera.

lunes, 9 de marzo de 2015

Coca-Cola

Estas serán escrituras de la completa oscuridad
Como película de terror, un relámpago ilumina, intermitente
Esta pequeña libreta
Pero su luz azul no basta para distinguir
Lo que la imaginación, desesperada, trata de decir.
Ahora entiendo el haiku
Y la matemática de los versos forzados
En tinieblas encuentro un mango prodigioso
Y escribiendo tanteo las letras
La tinta se derrama conforme dicta la electricidad
Los relámpagos son una premonición del escándalo
Primero la luz, luego el gato en celo, luego el bum
Solo la consciencia es capaz de separar la ilusión de lo real
Una consciencia experimentada y desencantada de la paranoia propia
Mientras la imaginación pinta universos y escribe cuentos delirantes
El Pepe Grillo que habita dentro de cada oído recuerda que quizás
Esto no es lo que parece.
Quizás esto solo es un sueño.
Quizás Esto solo es una ilusión
Son ajenas las ganas de matar
O acaso propias de la bestia que se esconde en el tercer patio
Y solo sale a cazar mosquitos.
Las ganas de matar mosquitos, las ganas de matar
Las ganas de reventar los nudillos contra la carne viva.
Todo se siente sumamente bien.
Qué peligro

Me siento tan bien que asusta. Y el resto es como nada.