Trabajo
Práctico #4
Crítica
Cinematográfica
“Blade
Runner, una experiencia para la Pantalla Gigante”
Todo
comenzó con un ojo claro, de pestañas albinas, que inundaba la enorme pantalla
2D del Multicine, en el Centro Comercial Las Brisas.
La
película: Blade Runner 2049. La única función subtitulada disponible: 10 de la
noche. El día: martes. Llegamos con unas dos horas de anticipación al centro
comercial, lo que nos permitió escoger nuestras butacas en una sala de cine
totalmente vacía. Grande fue nuestra sorpresa cuando, al ingresar a la sala,
notamos que solo había una pareja más. Quizás por el día, por la hora, por el
hecho de que la película estaba en su idioma original o por la misma saga de
Blade Runner, poco popularizada en nuestro medio, estas cuatro personas tuvimos
la suerte de disfrutar de la película en la silenciosa inmensidad de la sala.
Blade
Runner 2049 es una película que debe ser vista en una buena sala de cine. Sus
paisajes surreales, recorridos en autos voladores y toda la riqueza en
innovación de este mundo futurista se saborean al más sublime detalle gracias
no solo a la inmensidad de la pantalla, sino, sobre todo, a la narrativa
pausada que permite al espectador zambullirse en cada toma y apreciar realmente
lo que se le muestra.
El
sonido es el elemento más poderoso de esta película: envolvente, dramático,
tenaz. Más de una vez me sorprendí dando un saltito de susto sobre mi asiento
por el fuerte contraste entre el silencio del suspenso y el inminente ruido de
la acción. La banda sonora era cómplice fiel de la narrativa pausada, pues
estiraba los momentos de tensión y reflexión del protagonista, al punto de
lograr ponerme la piel de gallina mientras las respuestas acudían a la cabeza
del personaje.
Sumado
a la fotografía, Blade Runner goza de una fuerte belleza arquitectónica, tanto
en las tomas totalmente construidas en computadora, como en los escenarios
reales. La innovación y el diseño van de la mano en esta película para
mostrarnos espacios futuristas como la nueva Los Ángeles, totalmente
encapsulada en bloques y bloques de pantallas publicitarias, o las oficinas de
Wallace Corporation, que gozan de verdadero preciosismo minimalista. En
contraste, lugares de total decadencia como el basurero en el que se encuentra
el orfanato o, en general, los exteriores de la ciudad: un mundo revelado como
invivible.
Otro
punto remarcable de Blade Runner es su iluminación, que juega un papel
especialmente importante en las oficinas de Wallace, con una luz oscilante que
se hace cómplice de la trama para ocultar y revelar. Una iluminación construida
desde las sombras, puesta en función a las emociones del espectador, acentuando
el contraste y la tensión.
En
cuanto a trama, conviene haber visto la precuela y tener un conocimiento basto
de la saga, ya que durante la película se abarcan muchos temas propios de este
mundo de androides, así como se muestran muchos personajes y conflictos entrecruzados
que para un espectador como yo, sin conocimiento previo, resultan muy confusos,
pues no se da mayores explicaciones.
Blade
Runner 2049 dura 163 minutos (casi 3 horas), lo que puede volverla pesada y
aburrida, sobre todo por su estilo de narrativa lento y altamente reflexivo,
con menos escenas de acción de las que podrían esperarse en esa duración de
película. Pero para un amante del cine capaz de apreciar la belleza de la
imagen y el sonido, más allá de la acción, es una obra de arte.
Puntuación: 4.5