miércoles, 21 de marzo de 2012

La película

Al principio yo quería ir a  Tucumán a estudiar diseño de interiores porque quería diseñar escenarios, quería salir de mi casa, vivir en otro país y sentir la experiencia universitaria en toda su extensión. La idea de los escenarios me pareció bellísima, y además considero que es un excelente negocio el vender muebles o decorar eventos en Santa Cruz. Yo siempre he tenido talento para las manualidades, así que me parecía que era lo mío.
Cuando me fui a Miami, traté de empezar con mi amigo Diego un proyecto novedoso y vanguardista para presentar el primer y único disco de Cenizas: una exposición de videos abstractos compuestos de instalaciones, todos reproducidos al mismo tiempo en un salón y con la música de fondo viajando de forma circular. El proyecto era grandioso, las ideas muy buenas, y el trabajo de producción visual, todo mío.
Me pareció gracioso que el guitarrista de la banda en cuestión estudiare comunicación audiovisual, pero sin embargo fuera yo la que tenía la tarea de hacer todo ese montaje. Al mismo tiempo, Mauricio empezó con la composición de un nuevo álbum, cuyos temas grabó con una cámara web para subirlos a youtube y darlos a conocer. Las canciones tuvieron una gran audiencia y aceptación, por lo que me pareció que sería bueno hacer un video clip como demo para la mejor de ellas.
Fue con estos dos proyectos en el horizonte que empecé a hacer tomas con mi cámara fotográfica. Filmaba cosas simples, cotidianas, (gente caminando, casas, árboles, letreros) pero me enfocaba más que todo en cosas en movimiento, pues me parecía que esa era la esencia de El Viaje Del Aprendiz De Músico, el disco de Cenizas. Aun así, la idea de estudiar en Tucumán seguía brillando.
Con Mauricio seguíamos siendo amigos y hablando a diario, pero la fase del noviazgo había quedado atrás junto con las palabras cariñosas y la primordialidad en cuanto a la comunicación, pues hablaba conmigo con la misma frecuencia e intensidad que con el resto de sus amigos.
Me contaba de su universidad, cómo era, la hermenéutica, los profesores, los proyectos y las tareas. Varias veces le pusieron tareas que yo he hecho por puro placer, como relatar un diálogo interesante o hacer un informe sobre una canción de Pink Floyd. La carrera me parecía interesantísima, pero aun así muy remota a mí. La idea del diseño de interiores en Tucumán seguía estática en mi cabeza.
De repente, sobrevino el quiebre de todo lo planeado y esperado: mi mamá estaba embarazada. Cuando me enteré, tuve que hacer un frenón fuerte, borrar todas las ideas de mi cabeza y empezar de cero, analizando lo mucho que cambiarían las cosas. Habría un nuevo niño en la casa, un ageneracional, una boca más que alimentar. Se ampliaría la casa, se harían muchos gastos y sobre todo, mi mamá necesitaría ayuda. La idea de Tucumán acababa de convertirse en un imposible y yo no tenía idea de hacia dónde jalaba mi futuro. Estaba perdida, desorientada.
Pocos días después de la gran noticia, hablando con mi mamá, me dijo muy clara y firmemente que no quería que fuera amiga de Diego. Normalmente, me habría rebelado y seguiría siendo su amiga, pero una extraña sensación en mi interior me quitó todas las ganas de seguir hablando con él. Le envié un imbox a su facebook diciéndole que a pesar de lo mucho que charlamos y de que me cae muy bien, ha sido un mal amigo conmigo y con Mauricio, y además me causa problemas con mis padres, con justa razón, por lo que preferiría que ya no seamos amigos, y nunca más volvimos a hablar.
Eso significaba que el proyecto audiovisual para El Viaje Del Aprendiz De Músico había finalizado. Aun así, yo seguí capturando escenas de Miami que nunca más sería capaz de presenciar, como los viajes en tren, sus calles, edificios y carreteras que atraviesan el mar.
Para entonces, mi Mac poseía un programa de edición de audio, y otro de video, profesionales; una infinidad de editores de imágenes y a una dueña con mucha inquietud e interés por el rubro. En definitiva me sentía capaz de hacer buenas cosas, buenos videos, buenas producciones.
Mauricio nunca me sugirió que entre a Diakonía, la idea de Tucumán era tan inamovible para él como lo había sido para mí, pero me seguía contando su día a día en la universidad.
Lo consideré, lo analicé, lo imaginé, lo visualicé, lo proyecté, lo viví y me encantó. En pocos días, la película de estudiar comunicación audiovisual se convirtió en mi futuro ideal.
Cuando me enteré que mi mamá perdió al bebé, yo ya había decidido que rumbo tomar, extrañaba mi casa y mi ciudad, tenía ganas de no desprenderme nunca más de mis amigos y estaba muy feliz con el futuro que me había planteado. La idea de Tucumán había sido por completo descartada, y yo estaba feliz.
Al llegar a mi casa, comer mi comida cruceña, salir a las calles ardientes y encontrarme con mis seres queridos, me di cuenta que nunca en la vida había sido tan feliz. El día siguiente a mi llegada, Mauricio me invitó a un junte de Diakonía con mis futuros compañeros. Todos me cayeron demasiado bien, me encantó el ambiente, la música, la conversación, y me pasó algo que muy pocas veces en la vida me ha sucedido: me sentí en mi lugar, con mi gente, personas tan atípicas como yo, y feliz hasta las nubes.
Me he dado cuenta de que amo mi presente y estoy enamorada de mi futuro, tengo todo lo que podría desear y el hecho de tener que luchar por la aprobación de mis padres me hace aun más feliz, pues lo considero una batalla por un sueño, y eso le da sentido y valor a mi vida.
Voy a entrar a Diakonía porque no sólo es la única que posee la carrera de comunicación audiovisual a nivel licenciatura, sino que es la mejor del país. Prueba de ello es la cantidad de estudiantes del interior que tiene.
Amo mi vida y soy muy feliz.

lunes, 19 de marzo de 2012

IMPARABLE!

Nada me va a detener, nada me puede detener. Nadie puede soñar por mí ni escribir el rumbo de mi vida, nada tiene la capacidad de detener esta fuerza de voluntad que encontró la motivación que le faltaba.
Por primera vez en mi vida no sólo estoy en todo mi derecho de hacer lo que me da la gana, sino que hasta me lo merezco, y justo ahora que mi destino está en mis manos, aparece la vida, el destino y mis padres a querer fabricarme el futuro.
Por fin decidí lo que quiero hacer, estoy muy feliz con mi rumbo y además es algo real, posible, inclusive fácil! ya no se trata de la carrera complicada en universidad estatal en otro país, ahora todo lo que tengo que hacer es inscribirme en agosto en una universidad que ni siquiera queda tan lejos de mi casa, que ni siquiera es tan cara y a una carrera que me aplica perfecto, para la cual tengo vocación.
Así que si algo se interpone, sencillamente lo aparto, lo saco, le paso por encima.
Nada va a detenerme.

viernes, 16 de marzo de 2012

Pre embarque



Después de escuchar a A hablar, B se da cuenta de que la linda chica que está sentada ocho asientos a su izquierda comparte su nacionalidad; más aún, nació y se creó en la misma ciudad, en la misma clase social, con las mismas costumbres y las mismas comodidades.
Ellos no van a hablar entre sí nunca en su vida, ella es demasiado tímida y retraída –le divierte la palabra “antropofobia”, pues se identifica con ella en lo profundo de sus negaciones- y él sencillamente es el clásico chico machista, alzado y déspota… al menos eso parece.
B no puede ser tan malo, al menos es divertido y posee la admirable capacidad de reírse de sí mismo a toda honra. Está en medio de su segunda llamada internacional –bastante cara- contándole por segunda vez a algún amigo la historia de cómo llegó a la línea de aduana, tuvo que quitarse los zapatos y descubrió un enorme y vergonzoso hueco en su calcetín, mismo que tuvo que ocultar de la atractiva oficial de migración.
Textea con tal velocidad y fuerza que A, quien está sentada ocho asientos a su izquierda, puede oírlo claramente. Es obvio que A está interesada en él y desea que tome el valor aunque sea para gritarle: “oye, choca, que onda?” , como se lo va imaginando tantas veces. Y no es que B sea mínimamente atractivo –es alto, sufre de acné y su rostro no le debe nada a la belleza- pero el narcisismo de A alcanza niveles que ni siquiera ella misma puede comprender. Pero sabe que esto es una cuestión de narcisismo del bueno, del de mera sepa.
A sabe poco de B, pero con dos llamadas le bastaron para saber que estuvo en Miami tres días, vino con su madre y tiene un hueco en el calcetín. La pregunta es, ¿dónde está su madre y por qué B está sentado solo, a la derecha de A?
A no puede mirarlo de ninguna manera, ni siquiera al sacar el sneaker que hay dentro de una bolsa a la derecha de ella (siempre la belleza criolla, preciosa frase! Pa eso ella es fatiguilla! Claman unas viejas cruceñas detrás de mí … creo que es Marta…) pero no se anima a levantar la vista lo suficiente para verlo con claridad. B, en cambio, sí puede verla, está en una posición estratégica en la que puede observar sin ser observado, y mejor aun, sin la culpa de observar.
La sección cercana a la salida 23 está cada vez un poco más llena, los pasajeros con destino a Santa Cruz van cayendo al pre embarque con fluidez. Un sujeto sentado en diagonal a A la observa fijamente, sin disimulación; se puede notar que el sujeto no es ni camba ni gringo, pero se podría decir que es latino.
Unas señoras muy cruceñas, sentadas tres asientos atrás de A, hablan con una jerga tan, pero tan autóctona, que causa ternura y añoranza en A, no puede esperar ni un segundo más por estar de vuelta en su casa, en su tierra.
Ahora mismo, A mirará hacia la derecha, donde hay una ventana, y descubrirá qué hay afuera sin reparar en B. Lo logró. Sólo sabe, gracias a su borrosa vista periférica, que B viste una polera turquesa y una gorra blanca hacia atrás.
B inicia su tercera llamada internacional bastante cara. Viene solo? La nueva llamada me da a entender que sí… dice que pasó tranquilo… pregunta a alguien que si estaba ensayando con la banda, es amigo de alguien que tiene una banda? Esto cambia mucho las cosas…
Pobre sujeto, debe sentirse cómodo pensando que nadie repara en su conversación, nadie la escucha o a nadie le importa, no se le pasa por la mente que la muchacha con la laptop a su izquierda en realidad está registrando el contenido de todas sus llamadas. El sujeto a quien llamó era su primo.
No se si será coincidencia o si Aerosur compró todo el pre embarque, pero el dicto de el aire acondicionado es del tono exacto de verde de aerosur, al igual que los números y los detalles de las paredes son del color de su violeta exacto.
B sigue texteando y A sigue registrando todo lo que encuentra a su alrededor, como que alguien acaba de iniciar sesión en su Windows 7.
Hay una gringa con dos niños pequeños de más o menos 3 y 4 años, un niño y una niña. Los niños están tranquilos coloreando, jugando con un DS, sentados con propiedad. La mamá está cómodamente recostada en el suelo, bostezando muy pancha, rascándose la pierna, encontrándome mirándola… en fin, la señora está lista para una siesta mientras sus hijos están en perfecto orden y buen comportamiento. Cómo son posibles estas anomalías de la vida?
La botella de sprite de A está por la mitad cuando se da cuenta de que, a pesar de que B no ha notado su existencia, un gringo rubio y alto la mira de forma hipnotizada, parado allá, a lo lejos. Segundo sujeto que mira a A, por qué la están mirando? Como es narcisista, piensa que porque es muy bonita.
B acaba de iniciar su cuarta llamada internacional, por qué llama tanto? Ahora A sabe que B hizo su maleta a las 9:30 de la mañana. Este muchacho es increíblemente abierto. Quién será Claudia y quien va a conocerla? Está haciendo demasiadas preguntas y brindando muy poca información. Al mismo tiempo, A odia reparar en que su esmalte de uñas de un dólar ya se destrozó en poco más de 24 horas. Está ansioso por llegar, por qué tan ansioso si sólo vino por tres días? Quizás solo es el tedio de el aeropuerto. No importa que sea el final de un viaje bellísimo, todos odiamos el aeropuerto y sus eternas esperas.
Está hablando con otro sujeto sobre ver si alguna muchacha está buena para decidir si hacer algo con ella o no. Parece que ya está haciendo planes para su llegada, al igual que A ya los hizo para la suya… creo que A entendió mal, este muchacho lleva aquí mucho tiempo. 
Martes llega acá? Ahora A entiende todo, el muchacho vive en Estados Unidos y sólo está yendo por un par de días a Santa Cruz, por eso hace tantas llamadas, por eso está tan ansioso por llegar.
A acaba de darse cuenta de que es una intrusa, una fisgona…
Son las diez de la noche, la espera todavía será de una hora.
La gringa se pelea con sus hijos como si tanto ella como ellos tuvieran trece. La niña insiste en ir al baño, se nota que lo hace sólo por joder. La madre le pregunta a su hija por qué tiene que ser tan insoportable. Pubertas!
Quinta llamada internacional de B, esta vez llamó a su madre para decirle que está haciendo fila? Claro, sus llamadas pues estarán haciendo fila. B está terriblemente nervioso, dice que suda alcohol a pesar de que no ha tomado nada y que no va a dormir en toda la noche. Su hermana se llama Cecilia, le preguntó si harían algo mañana y ella le dijo que no, que se iba a quedar en la casa. Alguien se acaba de casar, pues hay una luna de miel entre medio, pero no entiendo quién o cómo. 
Un señor conocido de A acaba de interrumpirla, B sigue hablando por teléfono, pero ella perdió por completo el hilo de su conversación. De hecho, si B no estuviera hablando por teléfono, ya conocería por completo a A, pues le contó toda su vida al papá de una de sus mejores amigas, quien está por estos lares porque, casualmente, es piloto.
B bromea con sarcasmo y nos da a entender a todos los presentes que es muy escandaloso, pero creo que ya nos dimos cuenta de eso.
El que sí es lindo es el enano del counter. El le dio su boleto a A y la trató con muchísima amabilidad. Es centroamericano y está parado detrás de un mostrador justo ahora, atendiendo a los recién llegados de La Paz que hacen su entrada por la puerta F23. Si los de La Paz acaban de llegar, significa que nuestro avión también. Justo a tiempo, como en Estados Unidos.
La gringa ya volvió del baño, puteando. Sus hijos se llaman Maya y Sebastian.
10:20 pm, el tiempo parece haberse congelado, el aire está un poco más frío, las ansias me escarban en lo blando y el pre embarque se ve de pronto abarrotado.
Sí señora, ahí está el avión ya. No han dicho que ya llegó, pero los pasajeros recién llegados son la única señal que necesitamos.
A no puede contener una risita causada por el encuentro de dos señores; uno de ellos está muy sorprendido pues dice que sólo se ve con su amigo en los aeropuertos. Y gracias a una llamada telefónica, descubro que la gringa no era gringa, sino que era más colla que el chuño! Pero esa mujer es collísima! Con razón esos modales tan degenerados y la cara altiplánica de Maya. Lo increíble es su acento de gringa perfecto y el hecho de que sus niños hablen como ingleses…
El muchacho rubio que previamente estuvo mirando a A se sienta a su derecha, mucho más cerca que B, interfiriendo la comunicación.
Llegó el tiempo de embarcar!!!!

martes, 13 de marzo de 2012

Cuestiones

Música de fondo. Ponga play. 
Estoy matando tiempo, minutos, segundos, jugando un jueguito tonto, consiente de que de esta manera pienso menos, y por ende, controlo la ansiedad y el dolor. Según yo, la culpa la tiene la música, no es que el jueguito me tenga enviciada, es que la música me puede mantener pegada a cualquier jueguito, la música me puede tener horas donde ella esté, me puede tener en viajes de veinticuatro horas sin querer bajar ni para ir al baño, es capaz de hacerme ir al gimnasio por tres horas y caminarte la vida entera sólo por la necesidad de escuchar la siguiente canción, y si esta es buena, pues bueno, esta. 
Me pregunto, ¿mis papás, de alguna forma indirecta, me enseñaron a dar algo esperando que me sea devuelto su mismo precio? Puede que sí como puede que no, puede que la música haya influido de nuevo. Jorge Drexler nos dice: "Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da". Es lógico, es el principio de la alquimia, es la ley de la vida, pero si la cosa está tan clara, ¿por qué se supone que tenemos que hacer el bien y dar de nosotros sin esperar nada a cambio? Cierto, por fe.
Fe en que dios es quien nos va a retribuir. También puede ser por resignación: como nos hemos resignado, creemos que la satisfacción de un trabajo bien hecho es la única y mejor paga. 
Pero yo sencillamente no puedo, me aferro con todo a mi filosofía de vida y confío ciegamente en que cuando uno da, recibe lo mismo a cambio, sólo que transformado. 
Mi profesor de historia del colegio una vez nos explicó que durante la revolución francesa aparecieron dos corrientes cuyos nombres no recuerdo pero los podemos identificar como los cristianos y Napoleón. Los cristianos, con su fe, esperaban que las cosas buenas y/o malas que hicieron serían balanceadas en el cielo luego de muertos y determinarían el destino de su vida eterna. Napoleón no era tan paciente, el se hartó de que Francia viviera en la miseria, se levantó, agarró a un ejercito y los lideró para ganar la guerra. El hombrecito no era tan paciente como los cristianos, el agarro la realidad con las manos y construyó la justicia. Y yo me identifico con él, soy del tipo de personas a las que no les agrada esperar por el karma, y en la medida de lo posible, trata de hacer justicia. 
Pero ahora no estamos hablando de justicia, se trata en realidad de que yo te doy placer y se supone que vos a cambio me das amor, cariño o ternura. Pero no lo hacés, al menos no de inmediato, que es cuando lo necesito con urgencia por el vacío que queda después de la entrega, y como me pongo muy triste porque preferís hacer otras cosas, como terminar una tarea que es para pasado mañana o irte a comer algo, me reprochas de que no soy capaz de hacer las cosas por amor y no por conveniencia. 
Es eso lógico, o por lo menos correcto? Dijiste que debería alegrarme por el sólo hecho de que existas, porque eso es lo que vos haces, pero... si para ser feliz sólo te bastara mi existencia, creo que no pedirías más. Además, es tan malo pedir cariño a cambio? SI. Esa es la respuesta rotunda, sí.
Por qué es malo pedir cariño? porque esas cosas no se piden, uno se las gana y si alguien quiere darlo, lo da, y si no, pobrecito de vos, nadie te quiere. Entonces soy como esa canción -sí, otra canción- de Silvio, soy una flor nocturna que come sobras del amor. Y me duele. 
Pienso que tengo una relación tristísima y miserable, pero lo más triste del asunto es que creo que algunas personas se dan cuenta de mi tristeza y eso me hace sentir un tanto humillada. Amaría que cuando alguien me mirase, pudiera encontrar a una persona dichosa, llena de vida y color, como a veces me veo a mí misma pretendiendo ser otra persona. Pero solo ven a una muchacha callada y cabizbaja, quizás algo oscura, y no sé si es porque expreso demasiado bien mis sentimientos, si es porque tengo un aura triste por naturaleza o si es porque estoy peor de lo que pensé. 
Y al final, después de decidirme a escribir todo esto, me doy cuenta de que sí pienso mientras estoy con los jueguitos y que este motorcito que tengo sobre el cuello no descansa ni un segundo. 
Él me dijo que uno de mis problemas es que pienso demasiado, eso me lleva a conclusiones tristes y termino sufriendo más de la cuenta. Hasta cierto punto es verdad, pues pienso en las cosas que me hacen daño, y por otro lado no es tan simple la cuestión, pues si no tuviera razones para sufrir, ni toda la reflexión del mundo me traerían la tristeza que sentí hace un momento.
Y por otro lado, no me puse triste de tanto pensar, me puse triste al darme cuenta de que me dejaste ahí, botada y olvidada, reservada para cuando hayás terminado de hacer todo lo demás. Y fue tanta la tristeza que me embargó que ni siquiera reparé en ella, sólo empecé a llorar a mares, y lloré aun más fuerte cuando te dije cómo me sentía y me respondiste con una sonrisa que no me aflija y que charlemos de otra cosa, como si todo estuviera bien. Claro, para vos todo estaba de maravilla. 
Qué tanto me han enseñado mis papas? Qué cosas importantes me han enseñado? A hablar, caminar, comer, atarme los zapatos, bañarme, andar en bicicleta, nadar, utilizar bien los cubiertos, tener buenos modales, saludar con propiedad... lo básico. Pero, en lo que vivir la vida respecta, qué me han enseñado? me han hablado de filosofía? Sí, mi papá, e incluso me ha citado a muchos pensadores y me ha contado su forma de vida y anécdotas. 
Él me enseñó dos cosas importante: 1. La filosofía sirve para aprender a vivir. 2. Sólo sé que nada sé. La segunda es un resumen de la doctrina de Sócrates, la cual me pareció bastante clara a pesar de que la escuché por primera vez a los diez años. Pero además de eso... lo ha intentado, pero sencillamente lo que trata de enseñarme no lo capto.
Me contó muchas anécdotas de Diógenes y su pensamiento, y a pesar de que me sorprendieron sobremanera, el tipo era un genio y nosotros, burdos mortales, no podemos vivir así. Y luego sus pensamientos personales: tené muchos amigos porque algún día los vas a necesitar; pensá con mucho cuidado qué carrera vas a escoger porque es una decisión que va a afectar el resto de tu vida; hacé más ejercicio;  dedicate a una cosa y hacete buena en eso.
Hay que admitir que son consejos buenísimos, de papá sabio, pero no... no me llegan. Es por eso que hace poco llegué a la conclusión de que las canciones me han enseñado tanto o más que mis padres, el problema es que no estoy muy segura si a los autores les fue bien con esos pensamientos o si son realmente buenos ejemplos de vida, pero es gracias a letras magistrales que pude construir mi propia filosofía de vida, a la cual, sin darme cuenta, me atuve como a una ley absoluta e inquebrantable. 
Pienso más mientras escribo, escribir me hace inteligente, leer ejercita la mente, yo nací con un don, el don de la palabra, y no tengo miedo de usarlo. 

Belly Party

¡Venga! ¡Pase! ¡Únase a la fiesta del año! ¡No se pierda el reventón del siglo! ¡Ya casi no hay espacio para nadie!
La fiesta en mi estómago ya lleva tres días y no tiene vísperas de acabar. Todo empezó con un grupo de maleantes no identificados que se salió del ciclo digestivo reglamentado, se apoderó del lugar y puso música a todo volumen. Trancaron el paso a los intestinos y fueron reteniendo a los que llegaron después para empezar la farra.
A mi estómago ya no le entra una papa más, pero todas las comidas están empecinadas en quedarse y no dejarán que nadie salga, ni por delante ni por detrás.
El trago abunda y los nachos de ayer ya no pueden ni decir salud. La fiesta crece cada vez más y la contaminación está volviendo locos a los vecinos. Los riñones reprochan la inmundicia, el páncreas se escandaliza del despilfarro y el hígado quiere irse de vacaciones. No se puede circular por la zona y todo el cuerpo está al borde del colapso.
Hacia el final del tercer día de este carnaval gástrico, los anfitriones se dan cuenta de que los gases que los rodean son irrespirables. Deciden entonces abrir las ventanas, apagar la música y mandar a todos a dormir su borrachera.
La joda parece haber acabado hasta que, más tarde, una nueva tropa de revoltosos llega a perturbar la resaca del domingo. Los raspa buri que todavía no se han ido, mal encachados, se agarran a golpes con los recién llegados.
Al final, las leyes de la naturaleza y los Peptos® llegan a poner orden. En menos de dos horas, sanos y ebrios, nuevos y viejos, catarros y dormilones salen en filita india, lentos, fastidiados y en silencio.

Después del desalojo, el flujo digestivo vuelve a la normalidad. 

Más tareita de la U

Redacta una conversación que hayas escuchado, describiendo tonos y actitudes de los locutores.


Iba sentada en el trufi del primer anillo cuando se subieron dos señoras de más o menos cuarenta años.
_Ay, yo no sé que cocinarle a mis hijos, son sumamente mañosos_ se quejaba  una de ellas_ si cuando vivíamos en Washington yo les cocinaba locro y majao porque extrañaba mucho la comida de acá, y ni ellos ni Robert querían comer.
_Ay hija, te entiendo, así son_ contestó la otra_ Nicholas todavía es chiquitito, pero quise hacer sonso de yuca para que Reiner pruebe y no le gustó, él sólo quiere comer su comida alemana, y hasta ahora no lo puedo convencer para que nos vengamos a vivir aquí.
_Cómo pues te vas a volver, no le quités la oportunidad a tu hijo de estudiar en un colegio americano_ le dijo la primera mujer en tono de reproche_ yo por eso esperé a que Ben Thomas hubiera acabado el high school para volverme, porque si no, no habría aguantado más de tres años.
_Pero es que es muy difícil vivir allá, me siento muy sola_ se quejaba la otra_ no tengo quien me ayude con Nicholas y Reiner no descansa ni siquiera lo domingos.
_¡Pero vos por lo menos tenés a tus hermanas!
_Pero viven muy lejos_ seguía quejándose la segunda mujer_ Gladis trabaja todo el día y a Joana la veo una ves al mes porque vive a más de una hora de mi casa.
_Pero por lo menos las tenés en la misma ciudad_ le repetía su amiga_ yo viví veinte años en Washington y la única familia que tenía era mi marido y mis hijos, ¡eso es estar sola! Y fue muy difícil y muy triste para mí, en especial porque tuvieron que pasar cuatro años para que termine mis estudios de inglés y me den la ciudadanía para buscar un buen trabajo, y hasta entonces estuve viviendo de el trabajo de Robert, cosa que siempre me incomodó porque me sentía dependiente de él.
_Pero hija, yo estoy en las mismas, Reiner es el que trabaja y yo hago las compras y cuido a mi hijo cuando sale de la guardería_ le respondió la segunda mujer con toda naturalidad_ y aunque a veces me gustaría tener mi propia plata, creo que es lo mejor porque así sin trabajar, apenas tengo tiempo para hacer todo, la hora se pasa volando y las distancias son muy largas.
_Yo no pienso como vos amiga_ contestó la primera mujer, con recelo_ yo sufrí mucho allá pero gracias a Dios conseguí un trabajo en Tigo por internet para administrar la contabilidad, y como es una empresa internacional, volví a Santa Cruz y pude seguir con el mismo trabajo.
_Amiguita, volviendo al tema de los hijos_ empezó la segunda mujer_ ¿por qué te volviste antes de que tus otros dos hijos terminaran el colegio?
_Ay amiga_ contestó con un suspiro pesaroso_ porque comprendí que la familia y compañía de los seres que uno ama vale mucho más que una educación en los Estados Unidos. Mi mamá ya está mayor, mis sobrinos se están casando, algunas de mis hermanas ya tienen nietos y yo me perdí todo eso por irme a perseguir un sueño que terminó siendo esclavitud. Estoy muy feliz de haberme casado con Robert y amo a los tres hijos que me dio, pero hubiese preferido volverme mucho antes, porque quizás vos todavía no lo sepás amiga, pero no importa que tan buen país sea, no lo es para un extranjero. Allá nosotras no somos nada, si no nos casamos con un gringo, somos ilegales y sin derechos; si no tenemos un inglés perfecto, no podemos aspirar a buenos trabajos; y si no dependemos de nuestros maridos, sencillamente no podemos vivir.
_Sos muy dramática amiga_ contestó la segunda mujer, algo hastiada de la conversación_ yo no creo que sea tan malo vivir en Virginia.
_Te faltan años, amiga_ respondió la segunda mujer con melancolía en la voz_ te faltan años para darte cuenta que el mejor país para vivir es ese que nos vio nacer.
Mi parada estaba aquí, tres segundos después de sus últimas palabras.

Tareita de la U

Haz un análisis de la canción Another Brick In The Wall Part II, de Pink Floyd.


Another Brick In The Wall Part II es la quinta canción del álbum The Wall, de la banda británica Pink Floyd, el cuál fue lanzado en 1979 como disco conceptual, narrando la historia de un joven que, por la infancia que vivió, de grande termina aislado y demente. Como explica la metáfora: esos detalles de su infancia son sólo más ladrillos en la pared de su soledad.
 La canción Another Brick In The Wall Part II  trata de la educación en Inglaterra en los años 50, cosa que Roger Waters, compositor de la canción, odia con particularidad, pues piensa que, en ese entonces y por muchos años más, los maestros se enfocaban más en mantener la disciplina que en transmitir conocimientos a los alumnos.
En la radio, la canción casi siempre suena enganchada a su predecesora en el disco, The Happiest Days Of Our Lives, la cual, además de estar unida a Another Brick In The Wall Part II  por un grito de Roger Waters, introduce el problema  de los profesores y su forma de tratar a los alumnos, los cuales se empeñaban en hacerles daño por medio de humillaciones, exponiendo sus debilidades y despreciando sus trabajos y esfuerzos.
Luego entra Another Brick In The Wall Part II como una protesta activa por parte de la banda, y luego, por parte de un coro de preadolescentes que acompañan la canción pregonando que no necesitan ninguna educación, ni control de pensamientos, ni disciplina, ni maltratos ni sarcasmo por parte de los profesores.
Another Brick In The Wall Part II es el primer sencillo de este álbum y además fue la canción más popular del mismo, tanto por su ritmo y melodías poderosas pero sencillas, como por la letra que identificó a jóvenes y adultos de todo el mundo en la década de los 80s, pues, si bien la canción data de los años 50s, la educación no progresó mucho en las décadas siguientes, siendo para entonces tan estricta y cerrada como antes.
Por otro lado, en esa época en Sudáfrica el racismo estaba peor que nunca, habiéndose implantado una ley que separaba a negros de blancos, quitándole a las personas de color casi todos sus derechos. Esta ley causaba estragos en las escuelas, razón por la cual, después de lanzada la canción, los estudiantes encontraron en ella la fuerza suficiente para hacer protestas.
Las protestas, sin embargo, se convirtieron en saqueos y destrozos que llevaron a la prohibición de Another Brick In The Wall, Part II en Sudáfrica, el año siguiente a su lanzamiento.
Hoy en día, cuando una persona cualquiera piensa en Pink Floyd, de inmediato se le viene a la mente esta emblemática canción y el coro de niños diciendo algo que, quizás, para muchos no significa nada.
Pero para nosotros, los verdaderos amantes de esta banda que ha llegado a cambiar nuestra forma de ver el mundo, Another Brick In The Wall Part II es el puente entre los ídolos y los fans, el punto en que ellos se identifican con nosotros, y nosotros con la infancia de ellos, la parte de la vida y la música en que todos recordamos nuestros años de colegio, a los profesores demasiado mayores para seguir enseñando y al sistema retrógrada de la mayoría de los colegios. Es este escozor en el alma por el cual todos somos capaces de gritar de corazón:
“Al final de cuentas, ha sido sólo otro ladrillo en la pared.”

miércoles, 7 de marzo de 2012

Campos Magnéticos

¿Por qué ya no escribís, Isabel? ¿Qué pasó con esa escritora por vocación, la muchacha apasionada que juraba que su alma sólo se veía llena de felicidad cuando se expresaba por escrito? ¿Qué pasó con el futuro inamovible de ser una señora de sesenta años, fumatérica y probablemente deprimida, atada a una máquina de escribir de forma patológica? ¿Qué pasó con el "escribo para vivir"? ¿A dónde se fueron esos deseos locos de tatuarme un lapicero en el antebrazo derecho, justo arriba de la muñeca?
No es que estés leyendo menos, no, lo contrario, ese último libro de Saramago ha sido muy elocuente. No es que estés pensando menos, ¿o sí? olvidaba que obligaste a tus pensamientos a desaparecer en la cascada de neuronas muertas que salen cada día en la cera de tus oídos, dramatizadas con música y jaquecas que te tienen al borde de las lágrimas. Pero, oh, penosa y patética realidad, ese pequeño animalito que te mata la inteligencia día a día, segundo a segundo, y que te salva de la crisis de pensar demasiado sin llegar a ningún lugar, se llama video juego, y lo más vergonzoso de todo es que ni siquiera se trata de esos de consola, caros, con tácticas de juego y una buena historia de fondo, no, La Parca de tu inteligencia radica en esos jueguitos tarados de internet que uno encuentra gratis, esos mecánicos que no requieren de más destreza que velocidad de ojos y dedos, destreza que te calcina la vista, incrementa tus jaquecas y le auspicia la visita a esa desagradable enfermedad potencialmente crónica: deficiencia de convergencia visual. 
Amás escribir y tenés mucho talento para ello, todos lo sabemos, pero, ¿qué estás esperando? Esperás volver a tu casa, supongo, pero, ¿qué te garantiza que allá si vas a poder hacerlo? Si algo es seguro, es que vas a estar mucho más ocupada que ahora.
O quizás es por el tema de la producción de videos musicales, claro, esos para los cuales hacés tomas a diario, pero que ni siquiera te has dignado a tratar de juntar con el editor, claro... siempre esperando un poco más, siempre sintiendo que falta algo.
Qué desastre, te sentís vacía como no se puede sentir, pero lo más desastroso es que no es la primera vez, sino que, esto sí, es crónico. Te has pasado la adolescencia sintiéndote vacía, primero por la falta de amigos reales, luego por la falta de amigos que te comprendan, después por la falta de amor correspondido, luego porque el amor correspondido fue una tragedia, luego por el peso de conciencia de creer que ese vacío en realidad era la falta de dios, luego por buscar a dios sin éxito, luego porque el amor trágico te siguió rompiendo el corazón y, finalmente y en casi la mayoría de los casos, una simple y llana falta de oficio.
Vos siempre fuiste muy independiente, autodidacta, solitaria. Siempre te creíste tan autosuficiente como para no aburrirte en soledad porque siempre habría algo productivo qué hacer (leer, escribir, dibujar, tocar algún instrumento, inventar algo, armar un rompecabezas), pero ahora que has estado dos meses en ese estado, te das cuenta de que necesitas una actividad real, amigos, ayuda, proyectos y movimiento. Necesitas salir de estas cuatro paredes para encontrar, conocer o hacer historia. Necesitas que alguien te hable y vos le respondas para edificar los diálogos que van a enriquecer tus futuros escritos. Necesitas salir y vivir un poco.

"Y sal ahí a defender el pan y la alegría, y sal ahí para que sepan que esta boca es mía"

Gracias Sabina, lo lograste otra vez. 
Hora de dormir.