sábado, 24 de agosto de 2013

I brought diseases

Mi letra está tan cansada como yo. Esta enfermedad no me mata, pero me quita las ganas de vivir.
Andar con sueño es como una pesadilla, como andar con un pie en las sábanas que me arrastran como la marea de un océano enfurecido.
Si pongo un dedo en mi cama, esta me come, pero si pretendo resistir un día despierta, entonces el mundo atenta en convertirse en cama: la mesa, sillas, paredes, árboles, suelo… que un rincón me acurruque para que no me duerma de pie.
Esta enfermedad tiene como primer síndrome el tedio, las ganas de huir de todo lo que sea distinto a lo agradable, cómodo y confortable. Ayer incluso me dio tedio comer, y es justo en esos momentos cuando dan ganas de morir, de clavar la cabeza en el plato, alimentarme a través de una sonda o solo tomar mucho líquido para calmar la fatiga y retirarme a dormir una siesta sin el calor del almuerzo en el estómago.
Esta enfermedad me quiere retener, me absorbe.
Y lo más trágico es que ya pasó una clase y 35 minutos de la segunda y Juanma sigue hablando de los términos y condiciones de la materia.

Extraño cuando en el colegio comía un sándwich de pan francés, jamón y queso (todo calentado en el microondas, queso derretido, híper caliente), con una bolsita de Tampico todas las mañanas.
En el colegio no había drama.

¿Por qué se emborrona mi vista? ¿Por qué no puedo ver si el oftalmólogo me dijo que estoy perfectamente?
Mis ojos empañados dan el primer indicio de que las cosas no andan bien, el problema es que no se dónde, ni cómo, ni por qué. Cuando esto sucede –y sucede muy seguido- la vaina puede tomar dos caminos: el mareo, los flashazos de luz, la sensación de frío y desvanecimiento, o simplemente el tedio, los objetos moviéndose más lento, la hipersensibilidad a la luz…
En mis ojos empieza y termina todo: mi cuerpo y mi alma.
Ya no quiero ver, la luz me tiene harta y el doctor, los doctores, no dejan de repetirme que estoy perfectamente, como para exportación.
Vamos a vivir a Uruguay. El mejor país es aquel que es conducido por el mejor presidente. Lindo fuera vivir en Montevideo.
Ya no más, por favor. Necesito comer.