sábado, 25 de febrero de 2012

The Rules Of The Tunnel

Hace mas o menos una semana terminé de leer, con muchísima satisfacción, el libro The Rules Of The Tunnel, My Brief Period Of Madness, de Ned Zeman.
El libro está narrado en segunda persona, pero es en realidad una autobiografía de, valga la redundancia, el autor y su etapa más cruda de depresión y manía.
Ned Zeman es periodista, productor de cine, guionista y desde hace mas de una década trabaja en la revista Vanity Fair (Vanidades) como profiler, escribiendo reportajes sobre todo tipo de celebridades.
Relata que cuando entró en Vanity Fair, cometió un terrible error y, practicamente, tergiversó por completo la historia de un boxeador profesional que, luego de leer su nota, le llamó amenasándolo. Es entonces cuando se deprime por primera vez, cuando aun vivía con la novia que pasaría a ser su mejor amiga para siempre. Sin embargo, entonces no se tomó enserio su estado de ánimo.
Pasa el tiempo en la revista, mejora su reputación, se establece, termina con su novia. Ned es un tipo muy retraído y tímido, que sufre de gran dificultad para hacer amigo, pero los pocos que tiene son los que lo ayudaron en cada momento: Ben y Daniel (pareja homosexual), Lizz (ex novia) y Paula (simplemente amiga). 
Un día, a Ned le llega la noticia de que un tal Bruno Zhender -fotógrafo y amante de los pingüinos- fue encontrado muerto y congelado en plena Antártica. El periodista viaja a la Antártica y a Rusia, lugar de origen de Bruno, para averiguar todos los detalles de su vida y su muerte, a modo de escribir un reportaje completo sobre él. Fue así como descubrió que el sugeto, además de padecer de las mismas dificultades sociales que él, era bipolar y un completo desastre con las mujeres. 
Ned se compreneta con Bruno y lo comprende en todas sus locuras, manías, obsesiones y depresiones, por lo que, al enterarse de la muerte de una pareja a manos de un oso grizzly, viaja a Alaska para cubrir el reportaje con el mismo aínco que el anterior. Dio la casualidad que Tim, la víctima, también era bipolar y depresivo, prefería estar con los osos más que con los humanos y se consideraba literalmente un oso grizzly.
Finalmente llegó la historia de un famosísismo y archimillonario actor de Hollywood que se acababa de suicidar. Ned volvió a cubrir el reportaje, volvió a descubrir que el sujeto era depresivo y bipolar, volvió a compenetrarse y por primera vez, heredó la tristeza del difunto.
Ya llevaba un tiempo visitando psiquiatras y tomando antidepresivos, pero luego de conocer de estos tres hombres que pudieron ser él mismo, sintió que las píldoras lo empeoraban y cayó en un pozo sin fondo que solo se desmoronaba más cada que trataba de escalarlo.
Los antidepresivos le producían ansiedad e insomnio, lo cual lo deprimía aun más. En una de sus visitas al psiquiatra, le descubrió unos minúsculos tumores en el rostro y dio la orden de extirparlos de inmediato. Terminada la intervención, descubrió que su rostro parecía más ser el de Frankenstein, por lo cuál, sumado al dolor y las infecciones producidas por su dejadez, tocó fondo en los parámetros de la depresión.
Entonces decidió internarse en una clínica psiquiátrica y hacer la terapia del sueño (dormir por tres días seguidos) lo cual resultó en más ansiedad, confusión y la desesperante urgencia de salir de esa prisión blanca y fría en la cual habría de quedarse hasta terminada la semana, bajo vigilancia.
Volvió de cambiar de clínica y de psicologos, hasta que a uno se le ocurrió la brillante idea de hacerle una terapia de electro convulsiones (sí, la misma que le hicieron a John Nash en A Beautiful Mind). Lo convencieron, fijaron fechas y le advirtieron que podría tener una pequeña pérdida de la memoria temporal por las primeras dos semanas, por lo cual debería estar siempre acompañado. Al principio, luego de las dos primeras sesiones, se sentía excelente, limpio, renovado y lleno de energía. Pero la amnesia se presentó de inmediato y fue mucho más severa de lo que le habían advertido.
El resultado de las electro convulsiones fueron 10 semanas de amnesia total, a nivel de alseimer, imposibilidad de trabajar, mentiras, confusiones, infidelidades y el corazón herido de todos los que lo rodeaban.
Al final, el padre de Ned muere, no sin antes dejarle la orden de que viva mejor y se esfuerce más por su salud mental, resultando en la conclusion prodigiosa de Ned al final del libro:
"La resistencia es estéril. Adáptate o muere. El futuro es tuyo. Estas son las reglas del túnel."
Libro altísimamente recomendable, a mi me encanto y me tocó el corazón, tanto así que logré deprimirme junto con el autor para luego salir a algo mejor.

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