sábado, 11 de febrero de 2012

De vuelta a la accion

Estuve triste por mucho tiempo, pasé en depresión mi cumpleaños numero dieciocho -el que, se suponía, habría de ser el mas importante- y sufrí una traición con el dolor adicional de la soledad, el aburrimiento y la sensación angustiosa de saberme perdiendo el tiempo. 
El puñalaso me llegó en un martes de horror, cuando me enteré que a mi novio le gustaba otra -la que podría ser mi gemela en versión mejorada, crespita, con lentes y sin el peso de la desilusión arruinándole el rostro risueño- a la cual le pidió que fuera su novia. Sentí que todo lo que había dicho en dos años y medio de relación era falso, y cual negativos fotográficos, lo dicho se hizo mentira y lo negado, verdad. No podía creerle ni una palabra más. 
Sentí que algo murió dentro de mí: la confianza, y no sólo en él, sino en cualquier ser parlante. Traté de tomarme la pérdida con calma y estoicismo, y me propuse sacar lo mejor de mí, mostrar la buena cara y no preocupar a nadie para solventar el vació que acababa de instalarse en mi interior. Pero sencillamente no podía con mi propio peso, cada día estaba más aburrida e irritable. 
Muy pocas personas se enteraron del asunto (mi ex, la chica en cuestión, el amigo que me contó lo que andaba pasando y otros dos que insistieron en saber qué me pasaba), y así queria mantenerlo, sin compartir el dolor ni la rabia con nadie. 
En algún punto que pasó desapercibido, se murió también la ilusión y el entusiasmo por buscar a los amigos, por entretenerme y por tratar de salir adelante, pero nada de eso importaba. La cosa se puso realmente grave cuando el arte se me puso moribundo y se me quitaron las ganas de todo. 
Como estoy lejos, no tenía mis instrumentos para crear la música, los sonidos que salían de mi iPod no me satisfacían y hace tiempo que no soy capaz de dibujar. Lo único que me quedaba era escribir, lo único que en verdad puedo hacer aquí es escribir, pero no me salía ni una palabra. Cada vez que trataba de juntar unas cuantas tristes letras, se me desbarataban unos suspiros como huracanes que me revolvían las ideas y me dejaban en cero. 
En gran parte, creo que es porque dejé de leer en español, dejé de lado a los amados Premio Nobel y me concentré en novelas frívolas en inglés que entiendo con dificultad. Además, estoy leyendo la historia de un periodista bipolar y depresivo, y creo que todo su desgano influye en mí. 
Perdí la inspiración, las palabras, la técnica, el deseo... perdí el deseo de hacer arte. Fue en ese momento en que me detuve, las ideas dejaron de volar en derredor y respiré profundo, pues mi motivo de ser se me escurría por las manos. Desde entonces fue que pensé en escribir este post y hacer este nuevo blog, y ahora estoy aquí, haciéndolo, dándome cuenta de que puedo salir adelante y de que no he perdido lo mío. 
Aun me duele Mauricio, en especial ahora que comenzó la universidad y está rodeado de chicas hermosas, a casi un continente de distancia, pero yo estoy mejorando. Pude darme cuenta de que mis amigos me quieren mucho, que a ellos sí les interesa hablar conmigo, a ellos sí les parezco interesante. 
Me di cuenta de que soy muy talentosa y que no debo pensar que soy creída o arrogante porque ese es el adjetivo que los envidiosos usan para nominar a los dotados. Un amigo un día me dijo: "la envidia de otros te hace pensar que vos estas mal". Yo tengo talento, soy capaz de lograr lo que me propongo, soy buena amiga y no puedo dejar que ninguna persona me deje tirada en la lona. 
Sufrir es parte de la vida, es necesario y siempre lo he pensado así, por lo que una vez dije: "Si no llorásemos, andariamos todos hinchados por la sal que se nos queda dentro". Pero también creo que hay un tiempo para todo. Hay un tiempo para sufrir y otro para sentirse mejor, por lo que es de tontos dejar pasar el tiempo de sanar para seguir sufriendo por lo que ya no tiene lugar. 
Escribir me hace muy feliz, pero hay veces que sencillamente no puedo hacerlo. El hecho de que estas palabras estén aquí hoy es la mejor señal que tengo de que estoy saliendo adelante.
Y además, dejo un dibujito.
Es mi cuarto prestado en USA :D

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