Adiós mi Carmelina, ay adiós. Yo no
quiero que me abraces más.
Mi alma está suspendida en este presente
cambiante e indefinido. Estoy expectante a las conclusiones para poder
construir una idea.
Mi alma se mueve por los distintos
ámbitos de su arte, pica un poco de todo y sonríe satisfecha… o acaso inquieta?
Tiene tanto fervor que el presente es
tarde. Está ubicada en el siguiente paso; quiere volar.
El tiempo pasa lento para el entusiasmo y
rápido para el deber. Hay muchísimo que hacer.
Tengo la inquietud de tanta vida junta,
actividad de repente luego de tan larga ausencia.
Quiero tanto que mi existencia no me
basta. Cuánta impaciencia. No me he puesto a pensar en que tengo todo el tiempo
del mundo para recuperar el tiempo perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario