lunes, 4 de diciembre de 2017

Vivir una noche de muchas noches

Reseña del libro Una Noche Más en Sociedad

De Leonardo Nicodemo Asturizaga


Infidelidad, alcohol, pobreza, engaño, oportunidades y faltas de, trabajos sucios y opacas luces de esperanza. De eso se trata Una Noche Más en Sociedad.

El libro de cuentos de Leonardo Nicodemo Asturizaga me hace pensar en esa frase que dice “Al final, la persona que fuiste se encontrará con la persona que pudiste haber sido”.

Es un mar de desilusiones donde se exploran los puntos más agrios del humano, como Dos Viejos Amigos, sacerdotes que ya en la tercera edad se pelean por una mujer infiel.  Aspiraciones de ser lo que uno nunca podrá, como Cuando No Fui Yo, el día más feliz de su vida, portando la identidad de otra persona; Un Clásico, el padre que se propone ser el mejor padre del mundo cuando ya es muy tarde porque solo le importan los culos enormes de todas las culonas, O Una Noche Más en Sociedad, cuento que le da nombre al libro y que retrata todo un esquema de crisis social en el junte de 4 chicos, uno de ellos siendo obligado a beber.

En la pobreza y la soledad se encuentran las historias más injustas, sobre todo al contrastarlas con la sombra del estatus social, como descubriendo lo que es Trabajar, o decidiendo Quién Limpia El Baño, donde los guantes de goma se reparten entre los de la base de la pirámide, mientras que las tetas van escalando de supervisor en gerente.

Por otro lado, vislumbramos atisbos de algún tipo de esperanza, para bien o para mal, como en La Tierra de las Oportunidades, que otra vez se trata de tetas, de una rubia y de tener la suerte de acceder a ella por un módico precio, o como ironías en las que no se sabe dónde queda la suerte, como con el Omega, que después de ser clase media, muy rico y luego muy pobre, murió derrotado por su propio enemigo.

Con este libro podemos hacer una pasada por debajo de las alfombras de la gente común de La Paz,  y de todas en general. Me mueven las exageradas diferencias de realidades personales y las extrañas similitudes que encuentro en la forma de sentir, como un eco que responde desde lo profundo de nuestra humanidad.

En lo que a letras concierne, creo que el autor podría animarse a ser un poco más coloquial, dado el estilo de su narrativa, pues se siente una escritura rígida que suele dar descripciones innecesarias.
Por otro lado, considero una pena que todos los protagonistas sean varones, dejando a las mujeres para esposas infieles o víctimas de infidelidad, novias de paso, posibles agarres que se quieren suicidar, chotitas que avanzan con el culo, putas, prostitutas y otras canciones de Sabina. La única que puedo considerar protagonista es Federica C., madre de Rufus, madre sufrida, por supuesto, como tienen que ser todas las madres que visitan estas páginas.


Agradezco, sin embargo, que haya llegado este libro a mis manos para mostrarme los portales de la cotidianidad a la que nos inmiscuye Leonardo Nicodemo, a quien felicito mucho por su obra. 

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