jueves, 11 de septiembre de 2014

Esos putos locos politicos

Los políticos mueven a la gente a su antojo. Mientras un demagogo pastorea a su rebaño incauto, acaso motivado por promesas utópicas, los opuestos observan de lejos, criticando y renegando en silencio (es el caso).
¿Cuándo llegará el día en que, en medio de uno de esos tantos discursos absurdos, alguien entre la maza se pare firme y diga que dejen de hablar webadas carajo? No queremos día del discapacitado ni Nene Malo en la plaza, queremos respeto por los derechos y un trato justo. Humanidad nada más. ¿Es mucho pedir?
Y que despues de su fiestita, su discursito y sus webadas, tengan la decencia de recojer la basura de sus campañas que queda tapizando las calles de asquerosas caras políticas.
Y que por favor, si van a hacer quilombo, que no sea en la vía vehicular, que ya de por sí está bastante enquilombada.
Y por si no fuera suficiente con las toneladas de basura, los bloqueos del tráfico y los covers politizados de Enrique Iglesias, perturban la paz del centro y dañan los oídos de los perros con cohetes absurdos.
¿Cómo podemos confiar en quienes, para hacer campaña, solo perjudican?
No he cambiado de opinión: Mil veces prefiero darles mi dinero para que con él se limpien el culo, que mi nombre y huella digital para quedar oficialmente registrada como una más de los que colaboran con este circo.

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