lunes, 25 de noviembre de 2013

Sabor a mar

Por tu amor todo lo daría. El nuevo mango que fluye.
Hay en todo el mundo infinidad de rincones. Rincones que guardan esencia y caos, aromas, texturas, luces… hay rincones que identifican a su país mejor que el himno nacional. Hay rincones que muerden las entrañas y ablandan el corazón, como otros que revuelven el estómago.
Este es un rincón verde primavera, verde antiguo, verde paisaje de sábanas, palmeras de camisas, sombrillas de pantalones. Las prendas de toda una nueva vida componen este caos textil.
En la blanca playa de azulejos abundan algas y revoltijos, por lo que encontrar algo en ella es tarea de un cazador de tesoros.

En este rincón del mundo en el que no existe el mar, este otro rincón, mucho más pequeño, está perfumado de sal y del canto de las gaviotas.

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