lunes, 21 de octubre de 2013

Sobre cámara e iluminación

El profe lleva una hora hablando a paso lento, muy lento, sobre el examen pasado, sobre luces, Monet y el impresionismo, el inexplicable cambio de horario que nadie termina de comprender porque él no termina de aclararse, sus spots publicitarios con manejos de led y la tarea: investigar sobre el pintor Degas y su concepción del cuadro.
Es profesor de cámara e iluminación pero es muy culto, viaja mucho, habla en francés con su alumna favorita y nos cuenta de sus invitaciones a comer mariscos con pintores en París.
“En este campo no tienes idea lo que pasa”. Tiene toda la razón: las vías de esta profesión son impredecibles y vertiginosas. Un día podés estar en la cima, codeándote con Guillermo del Toro, y al otro ser anónimo, sin más victorias que un spot para Mendocina.
El profesor se moría de hambre cuando vivía en Francia, por lo que decidió volver, pero aquí no había cine. No había trabajo en su campo laboral y sin embargo, era en París donde se moría de hambre.
La tierra propia brinda alimento de pura generosidad.
Ha pasado una hora y diez minutos y no sucedió absolutamente nada.
Ahora criticamos películas de Elías Serrano, uno de los directores bolivianos con más películas producidas y sin duda alguna, el peor de todos, acompañado siempre por el protagonismo del retrasado de Nelson Serrano, su hijo.

SI hubieran premios a las peores películas del mundo, con categorías en guión, dirección, interpretación, fotografía, escenografía y falta de sentido común, Elías Serrano se llevaría el oro en todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario