El
charanguero era un personaje. El charanguero se subió al micro con su polera de
Megadeth y sus imitaciones de Rayban, dio los buenos días y se dio lugar para
“amenizar este espacio”, en sus propias palabras.
Un
acelerón le hizo tambalear y al equilibrarse, comenzó a tocar melodías barrocas
y andinas con una destreza y un gusto tal, que no cabe en estas letras.
Sus
dedos de uñas cortas volaban por el mástil mientras sus dedos de uñas largas
rasgaban a su antojo tantos matices como pudieran salir de esas doce cuerdas.
Sus risos largos entrecanos se entreveraban
con sus manos y con los chivos mal cortados de su barba, también risada,
también canosa.
Era
chileno. Terminó, se aplaudió a sí mismo con manos sordas y pidió una simple colaboración. Las recibió por
montones.
Genial, me encantó.
ResponderEliminarMuchas gracias Paul! Me alegra mucho que lo hayas leído y más aún que te guste. Gracias!
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